El Bienestar: es más que sonreír y sentirse bien.

La felicidad es un estado emocional positivo que los individuos alcanzan cuando han alcanzado sus deseos y cumplido sus objetivos y viene medida por la capacidad que hay en cada persona de dar soluciones a los variados aspectos que conforman su vida cotidiana. La felicidad es más que un sentimiento hermoso o un dibujo de un rostro sonriente. Es el sentimiento que indica que realmente estamos disfrutando de la vida y que deseas aprovechar al máximo cada momento. Podríamos decir que la felicidad es el «condimento secreto» que nos puede ayudar a desarrollarnos plenamente como persona.

Alegría. Gratitud. Amor. Asombro. Inspiración. Compasión. Esperanza. Creatividad. Interés. Entusiasmo. Gozo. A todos nos gustaría tener estos sentimientos.  El Bienestar es más que sonreír y sentirse bien. Además de hacernos sentir bien, las emociones positivas son buenas para nuestro cerebro y nuestro cuerpo. Reducen la cantidad de hormonas que producen estrés, ayudan a mejorar la ansiedad y la depresión.

Gran remedio es el corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos. Proverbios 17:22

Algunas sugerencias para mejorar nuestro ánimo y calidad de vida

Aceptar el amor de Dios: Cuando entendemos que el amor de Dios es tan infinito que envió a su único Hijo para salvarnos y que su amor está disponible para cualquiera que lo acepte; entonces sabremos que no importa la opinión de otros más que la de Dios. Él ya nos conocía desde antes de nuestro nacimiento en el vientre de nuestra madre y sabía que decisiones tomaríamos al crecer. Sin embargo, Él nunca dejo de amarnos y perdonarnos, por lo cual debemos aceptarlo y dejar que Él sea el dueño de nuestras vidas. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8

Omitir los comentarios negativos:  Hay comentarios que nos ayudan a corregir nuestros errores, pero hay otros que solo nos destruyen. Cuando recibimos una observación negativa toma un tiempo para examinar si será de provecho o no para nuestra vida. Si sabemos que esto no nos causara ningún bien, entonces desechamos y seguimos adelante. No midas tus logros de acuerdo con las expectativas de los demás; en cambio, busca agradar siempre el corazón de Dios.  Es muy grato dar la respuesta adecuada, y más grato aun cuando es oportuna. Proverbios 15:23

Reconocer tus virtudes y talentos: Te es más fácil pensar en tus defectos que en tus virtudes. Es hora de cambiar esta situación. Todos tenemos habilidades y nadie puede decir que no es especial. Las personas que son felices consigo mismas saben desarrollar sus virtudes y conquistan sus defectos; es por ello por lo que debemos reconocer nuestros puntos fuertes y trabajar en ellos, en vez de concentrarnos solo en lo negativo.  Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios. Romanos 11:29

No compararse con otras personas: Es un buen incentivo aprender del ejemplo de los demás y utilizarlo como motivación; sin embargo, esto se convierte en un problema cuando esperamos obtener los mismos resultados en nosotros mismo. Cada persona es distinta y debido a esto no se puede tener las mismas expectativas en cuanto a los logros. Si nos concentramos en trabajar en nosotros mismos y ser uno mismo, nos daremos cuenta de que existen muchas habilidades positivas de nuestra persona. Dios advierte acerca de la necedad de compararte con alguien: “No nos atrevemos a igualarnos ni a compararnos con algunos que tanto se recomiendan a sí mismos. Al medirse con su propia medida y compararse unos con otros, no saben lo que hacen” 2 Corintios 10:12