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Gertrude Hiebert es doctora en medicina, de ascendencia menonita, nacida en la colonia Menno, pero muy paraguaya como ella mismo lo dice. Ella fue la primera médica menonita del Chaco en trabajar en el Chaco. Todo lo que había visto a su alrededor, la injusticia, la pobreza, la discriminación la llevó a ser cuidadora de la gente de la región, especialmente de las distintas comunidades indígenas diseminadas en el Chaco.

Luego de estudiar Medicina en Córdoba, Argentina se unió al equipo de trabajo del centro de salud de Yalve Sanga. La ASCIM ya había logrado el funcionamiento de un puesto de asistencia médica para los indígenas. Gertrude sentía que eso era lo que verdaderamente le gustaba, allí ella se sentía en el lugar correcto.

En 1978 la doctora Hiebert ya había visitado cientas de comunidades. De esa forma empezó a tener una visión más amplia de la situación que atravesaban los indígenas. A medida que se involucraba con las pesonas de la comunidad confirmaba que era Dios quien la llamaba a servir por medio de esa profesión.

Para concientizar sobre la salud, desarrolló un proyecto de capacitación para promotores de salud en los años 1990 al 1993 en varias comunidades, donde cada comunidad debía elegir una mujer de cada  aldea. Estas mujeres, en su mayoria eran analfabetas, pero muy inteligentes. La doctora Hiebert las preparaba para saber cómo dar una asistencia primaria en casos de urgencia.

En sus viajes visitó los lugares más reconditos del Chaco brindando asistencia médica, como La Patria, Río Negro, Pozo Colorado, Río Verde. La Dra. Hiebert hizo del servicio una vocación de vida y no conoció de límites para servir a los más necesitados. Se desatacó por superar las limitaciones del idioma, de la distancia, la enfermedad y a veces hasta malos tratos.

Actualmente, sigue dando atención médica en una clínica móvil con el que va a las comunidades de La Patria, acompañada por otros voluntarios.