Ejemplar trabajo en conjunto entre sector privado y comunidades indígenas

La «Fundación Indígena para el Desarrollo Agropecuario«, es legalmente reconocido por Decreto N° 16080 en 1997. La creación de dicha institución fue con el objeto de «servir como medio de contacto y comunicación entre la comunidad empresarial del país y las colonias agrícolas indígenas, en la común tarea de elevar la calidad de vida de estas últimas», se ha organizado, como una alianza comercial o proyecto en conjunto «entre ASCIM y Comunidades Indígenas, una asociación civil de bien común, sin fines de lucro.

Fundación Indígena para el Desarrollo Agropecuario. Foto: ASCIM

Fundación Indígena para el Desarrollo agropecuario(FIDA) tiene 13 comunidades que son socias de la institución, más la Asociación de Servicios de Cooperación Indígena – Menonita, ASCIM. La Fundación durante muchos años viene trabajando con sus comunidades indígenas socias, la misma brinda créditos de siembra para la preparación de suelo y la siembra de productos de renta. Es decir FIDA es el financiador que brinda apoyo a los productores de un crédito de siembra para cultivo de renta, en general, los últimos años fueron cultivos de sésamo.

Los socios que que quieran acceder a un crédito para la producción deben contar con algunos requisitos, Según comentó a nuestro medio, el administrador de FIDA, Bastian Herder, la fundación tiene un reglamento para el crédito de siembra. Uno de los puntos importantes para el productor es que tiene que tener la libreta ayuda mutual hospitalaria(AMH) válida que esté al día, también para inscribirse para un crédito tiene que pagar 20.000 gs, un monto muy bajo, esto es una pequeña garantía, un pequeño aporte. Otro punto muy importante es que en caso de que años anteriores no salió bien su su cultivo, su su cosecha y consecuentemente tuvo una o se quedó con una deuda, el productor puede acceder igual a un nuevo crédito, pero tiene que cancelar el 30% de la deuda anterior, estos son algunos de los requisitos, mencionó Harder.

Cada socio productor debe contar con dos hectáreas de tierras para la plantación y en base a eso la fundación realiza un calculo para dar el crédito al al miembro al productor de la comunidad de indígena.

Fundación Indígena para el Desarrollo agropecuario, en los últimos 3 años brindo créditos por un monto cercano a los de 1.000 millones de guaraníes atendido que son 13 las comunidades indígenas socias y tambien la variación de hectárea sembradas.

Desde la institución también recordaron que en los últimos años aumentaron también los costo por hectárea, esto implica la preparación de suelo, siembra y cosecha.

En cuanto a las plantaciones para renta se mantiene el rubro principal de los últimos años que es el sésamo. En contra partida en el rubro de autoconsumo o huerta familiares varían los rubros y van desde zapallos, batatas, poroto y otros.

El productor puede producir en dos parcela hectáreas y el monto del préstamo el año pasado fue de 800 mil guaraníes y debido al aumento el costo por hectáreas el crédito este año es de 850,000 por hectárea. Es decir el crédito es de 1.700.000 guaraníes al cual accede cada productor. Lo que lo que sucede es que hay un todo un sistema con el eh con la comunidad en la cual se realiza todos trabajos porque los trabajos a ser.

La forma de pago del crédito, el mismo se cancela al momento de la venta del producto, es decir, al momento en que el cliente compra el sésamo al final paga y consecuentemente, entonces al productor también.

Tuvimos años complicados, si hablamos del año 2020 donde si hubo una sequía, vino todo el tema de la pandemia también, pero interesante en la mayor parte de las comunidades se pudo cosechar bien el cultivo de renta, hubo muy buenos resultados. El año pasado la situación fue diferente hubo un una parte de los productores que no pudo cumplir con pago del crédito. Es aproximadamente el 20% más o menos de los productores no pudo pagar su crédito. Así que es un porcentaje considerado, dijo Bastian.

Desde FIDA, la idea es realizar ahora la preparación de suelo para que se junten las agua y que que la siembra se haga entonces de diciembre a enero, en donde se aguarda que vengan mas lluvias para que los productores en las comunidades puedan realmente tener un buen año con sus cultivos.

La fundación ve como un desafío u oportunidad seguir en este camino y destacan siempre la importancia de una comunicación fluida entre todos los que están en todo este gran trabajo.