Con esta expresión nos referimos a una experiencia personal en la que la persona llega a un punto de inflexión en su vida. Obviamente esta experiencia será muy diferente para cada uno, pero el significado es el mismo para todos, es un momento en el que se siente que lo negativo ha ganado la partida, y el precio a pagar es demasiado alto. Es una experiencia dolorosa y desafiante, pero también puede ser un momento de gran crecimiento y transformación.
En la Biblia, encontramos a muchos personajes que experimentaron momentos de tocar fondo, pero Dios los levantó y los restauró.
El ejemplo de David: David experimentó momentos de tocar fondo, pero siempre buscó la restauración y la guía de Dios (Salmo 51).
El ejemplo Jonás: Jonás rechazó el llamado de Dios y huyó en la dirección opuesta, entonces oró y clamó al Señor (Jonás 2:1-2)
El ejemplo del hijo prodigo: La parábola del hijo pródigo, es una historia bíblica de amor, perdón y arrepentimiento (Lucas 15:11-32).
Tocar fondo puede ayudarnos a reconocer nuestra necesidad y dependencia de Dios y a buscar su ayuda y guía. También puede enseñarnos a confiar en su providencia y cuidado. Tocar fondo puede ser un momento de gran crecimiento y transformación, ya que podemos aprender a valorar la vida y apreciar la gracia de Dios.
Es crucial encontrar la fuerza para levantarse del oscuro abismo de la desesperación. Hoy quiero inspirarte a buscar la guía divina, pues solo Él puede liberarte de ese estado. Dios nunca te ha abandonado ni te ha dado la espalda; más bien, siempre ha estado de pie, con los brazos abiertos, esperando el día en que, con humildad, vuelvas a Él para recuperar la conexión especial que alguna vez tuviste en su presencia.
