¿Podemos escondernos de Dios?

Salmo 139:1-5

Señor, tú me examinas y me conoces.
Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto;
    aun a la distancia me lees el pensamiento.
Mis trajines y descansos los conoces;
    todos mis caminos te son familiares.
No me llega aún la palabra a la lengua
    cuando tú, Señor, ya la sabes toda.
Tu protección me envuelve por completo;
    me cubres con la palma de tu mano.

Todos los días debemos recordar su constante presencia.
De hecho, al mirar los cielos y todo lo creado podemos verlo, al leer la Biblia y acercarnos a él a través de la oración también aumenta la convicción de que Él está donde estás, no importa dónde sea.

7¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu?
    ¿A dónde podría huir de tu presencia?
Si subiera al cielo,
    allí estás tú;
si tendiera mi lecho en el fondo de los dominios de la muerte,
    también estás allí.