La familia es una de las instituciones más atacadas por el enemigo. Su objetivo es distorsionar el diseño de Dios. Esto provoca conflictos que son difíciles de sobrellevar e incluso pueden llevar a la separación. En estos tiempos, la situación para las familias es especialmente complicada. Sin embargo, la presencia de Dios puede evitar el sufrimiento y tiene la capacidad de restaurar lo que se creía perdido, trayendo paz y esperanza a las familias.
Aumentará Jehová bendición sobre vosotros; sobre vosotros y sobre vuestros hijos. Salmos 115:14
La oración en familia es una práctica esencial que nos ayuda a fortalecer nuestros lazos emocionales y espirituales, a fomentar la comunicación y la empatía. La oración es una herramienta poderosa que nos permite comunicarnos con Dios, buscar su guía y obtener su bendición. Cuando oramos juntos en familia, podemos experimentar esa unión más profunda y una mayor intimidad con Dios.
La oración en familia fortalece los lazos familiares y crea un sentido de unidad y propósito.
La oración en familia fomenta la fe y la confianza en Dios.
La oración en familia puede proporcionar guía y dirección para tomar decisiones importantes y superar los desafíos.
En la Biblia encontramos a Jesús enseñando a sus discípulos a orar juntos y a pedir por las necesidades de los demás (Mateo 6:9-13). Podemos aplicar esta enseñanza a nuestros propios hijos.
Orar por las necesidades de los demás miembros y otras personas, relacionadas por ejemplo con la salud, las finanzas o los estudios académicos.
Una oración familiar antes de dormir puede ser un momento especial para expresar gratitud, pedir protección y fortalecer los lazos familiares.
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Deuteronomio 6:6-7