La enseñanza en medio del dolor

Una de las cuestiones más externas y complejas en la vida del ser humano es el sufrimiento, cuando pasamos estas situaciones frecuentemente nos preguntamos ¿Por qué a mí? ¿Qué hice para merecerme esta situación? Son unas de las tantas preguntas mas frecuentes que nos nos viene a la mente.

El dolor desorienta nuestros sentimientos y pensamientos y nos produce una oscuridad que abruma la existencia, un escritor decía “No quiero pensar porque no quiero que el dolor del corazón se una al dolor del pensamiento”.

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. En Romanos 8:28

Habrá un tiempo en donde Dios nos enseñará a través o por medio del dolor. En la biblia encontramos varios ejemplos de sufrimiento.

El sufrimiento de Jesús en la cruz, expreso… ¿Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Mateo 27:46

Job era un hombre fiel que amaba y servía a Dios, pero soportó un profundo sufrimiento y una pérdida, perdió a sus hijos, su riqueza y su salud. Job 1:21-22

El rey David fue un líder amado en Israel, pero también experimentó un profundo dolor. En sus salmos expresó sus sinceros sentimientos de tristeza, ira y confusión cuando se enfrentaba a situaciones difíciles. Salmos 28:7

La historia de Noemí en el libro de Rut es otro ejemplo de dolor en la Biblia. Noemí perdió a su esposo ya sus dos hijos en un corto período de tiempo y se quedó sola y sin esperanza. Ruth 4:14

Es importante saber y conocer que también nuestro Señor Jesús sabía lo que era experimentar el dolor y la tristeza al enterarse de la muerte de  Lázaro (Juan 11:35), y se conmovió profundamente por el dolor de quienes lo rodeaban.

El dolor es una parte inevitable de la experiencia humana y como cristianos podemos encontrar consuelo y esperanza en las promesas del amor y la gracia de Dios. La Biblia nos brinda historias de quienes han experimentado el dolor y cómo lo superaron, recordándonos que no estamos solos en nuestro dolor, que Dios nos escucha nos mira y abraza en cada situación.

En el mundo tendréis aflicción, pero confiad yo he vencido al mundo. Juan 16:33

En el nombre de Jesús, mi sufrimiento será mi alegría.