Nos encontramos en el último mes del año 2025, un período caracterizado por el incremento de las actividades y el agotamiento que conlleva esta época, nos lleva a reaccionar de diferentes formas ante las situaciones presentadas. En este contexto, es importante reflexionar sobre la gratitud.

Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús. 1 Tesalonicenses 5:18
LA GRATITUD, esa emoción que nos hace sentir agradecidos por lo que tenemos y por todo lo que hemos recibido, no cambia las circunstancias, pero sí cambia el corazón, ya que nos llena de alegría y nos hace sentir felices. Y cuando el corazón experimenta un cambio, todo lo demás comienza a armonizarse. Cultivar la gratitud nos ayuda a cambiar la forma de ver el presente, en lugar de centrarnos en las cosas malas, debemos centrarnos en las cosas buenas, lo que nos da más esperanza y nos ayuda a superar las dificultades.
Expresar gratitud a Dios. Debemos agradecer lo aprendido este año, lo que hemos superado y lo que aún Dios obra en silencio.
En momentos de adversidad, las reacciones más comunes son las quejas y los lamentos. Sin embargo, en nuestra fe cristiana, comprendemos que todo lo que nos sucede es la voluntad divina, por lo tanto, debemos aceptar las situaciones con resignación y esperanza. Al expresar gratitud, moldeamos nuestro carácter y permitimos que Dios actúe y culmine su obra en nosotros.
Dar gracias tiene un fundamento sólido, por ese motivo debemos dar gracias a Dios en todo momento, incluso en las circunstancias más adversas. Es importante recordar que hemos sido alcanzados por la salvación eterna en Cristo Jesús y esto supera cualquier situación. Por eso, no debemos condicionar nuestra fe a los acontecimientos de la vida.
Expresar gratitud, aun cuando no deseo hacerlo, constituye una práctica que modifica la forma de vivir y se considera una forma de adorar a Dios.
